Hay muchas ideas falsas que las personas tienen acerca de la hipnosis. Este artículo tiene como objetivo disipar los mitos comunes y las ideas falsas que circulan sobre la hipnosis.

1. “Solamente las personas con una mente débil son susceptibles a la hipnosis”

La hipnosis no representa una batalla de poderes mentales. La efectividad de la hipnosis requiere un esfuerzo colaborativo en términos de poder concentrarse, poner mucha atención a las sugestiones, usar su imaginación y establecer una confianza básica en el proceso de la hipnosis.

2. “El hipnotizador tiene grandes poderes mentales”

El hipnotizador es una persona ordinaria, un profesional de la salud que ha recibido un adiestramiento en la teoría, procedimientos y aplicaciones de la hipnosis.

Las personas que tienen cierta reserva a utilizar la hipnosis asumen que van a perder su capacidad de hacer y decir cosas que no desean ante la influencia de un poder mental extraordinario. Este miedo no tiene fundamento porque la persona bajo hipnosis no pierde el control de sí mismo, siempre permanente consciente del lugar donde se encuentran, escuchan todo lo que se habla y responden a preguntas cuando desean contestar.

3. “La hipnosis es dañina para la salud”

El trance hipnótico es una característica natural del sistema nervioso, se produce incluso espontáneamente y no tiene efectos secundarios nocivos, pero si la hipnosis es utilizada por una persona sin un adiestramiento especial, probablemente estará aplicando la hipnosis de manera incorrecta y así puede causar algún problema.

4. “Me puedo quedar estancado en un trance hipnótico”

Esto nunca sucede, la persona tiende a salir del trance de hipnosis por si misma, en forma natural.

5. “Nadie puede hipnotizarme”

Todos somos susceptibles a experimentar un trance hipnótico y de hecho esto ocurre constantemente en la vida diaria, por ejemplo; cuando leemos un libro interesante o cuando nos quedamos absortos viendo una película interesante nos desligamos del entorno, ignorando estímulos externos para quedar absolutamente concentrados en la trama de la película o en la narración del libro.

En realidad, únicamente los niños muy pequeños, las personas con un nivel intelectual muy bajo y aquellos que padecen una enfermedad mental que les impide enfocar su atención cuando se les indica, no son susceptibles a la hipnosis.

6. “Se requiere cerrar los ojos para entrar en un trance hipnótico”

En los procedimientos tradicionales de la hipnosis se fomenta la relajación corporal y el cierre de los ojos para facilitar que la persona no se distraiga con estímulos externos y enfoque su atención en su mundo interno, sin embargo, es factible entrar en un trance de hipnosis sin la necesidad de relajarse, y manteniendo los ojos abiertos.

7. “Durante la hipnosis se duerme y se pierde la conciencia”

Una persona bajo hipnosis no duerme, se está consciente de sí mismo y de todo lo que le ocurre y le rodea, escucha los sonidos externos, la voz del hipnotizador y puede comunicarse verbalmente o con movimientos de su cabeza.