Muchos hemos tenido la experiencia de hacer un cambio de ambiente físico, social y cultural, y el impacto emocional que surge en el proceso de adaptarse a un nuevo ambiente se le ha llamado choque cultural.

Se dice que este proceso de ajuste a un nuevo entorno ocurre en cuatro fases:

Primera Fase. , Conocida como “Luna de Miel”, porque tal como con los recién casados, todo lo que se experimenta en este periodo es excitante, novedoso y eufórico. Todos los elementos que ofrece la nueva cultura; personas, lugares, lenguaje, ambiente social, etc, todo absolutamente parece maravilloso.

Segunda Fase. Pasando algunas semanas viene un período de crisis, en este momento se empieza a cuestionar y a comparar lo nuevo con lo que era familiar y confortable, se extrañan los amigos, la familia, la comida, la forma de relacionarse con la gente, sobre todo esa informalidad y espontaneidad que ya no encaja en el ámbito social, ademas se cobra conciencia de la insuficiencia manejando el idioma.

En este periodo es común experimentar frustración, enojo, fastidio, aburrimiento, hostilidad en contra de la nueva cultura y sobre todo resalta la nostalgia por el terruño y la fantasía por el regreso a casa.

Fase de Ajuste. Transcurriendo algunos meses ya se nota una adaptación inicial por el nuevo orden de cosas, se puede encontrar cierta lógica en el contexto social. Con la rutina se forman nuevos hábitos y se empieza a desarrollar cierto sentido de normalidad, aunque siguen vestigios de actitudes negativas hacia la nueva cultura.

Fase de Adaptación. Después de transcurrir un año o más, dependiendo de factores individuales que pueden prolongar o abreviar este periodo, cómo serían el tipo de personalidad, educación, procedencia de un ambiente rural o citadino y otros más. En fin se logra desarrollar un sentido de integración , pertenecía y familiaridad, una vez que se obtiene mayor fluencia en el idioma, lo cual permite obtener un mejor empleo, alcanzando un estatus más elevado, ampliando también el círculo de amistades y sobre todo aprovechando así las oportunidades de progresar.

Es en esta última fase cuando se puede apreciar de manera más realista lo bueno y lo malo del país natal, así como los aspectos positivos y negativos de la nueva cultura.

Amaury Zapien