Nuestras vidas transcurren en un contexto de acontecimientos más o menos predecibles, conocemos los sitios de importancia de nuestro entorno geográfico, sabremos cómo movernos con eficiencia, tenemos conciencia clara de nuestro ambiente familiar y social y sabemos a donde o con quien recurrir cuando estamos en problemas. Nos agrada este estado de cosas y lo aceptamos como un hecho.
Pero que sucede cuando poco o nada de lo anterior existe, cómo sucede cuando se cambia de dirección, de ciudad, de estado o cuando emigra a otro país. En todos los casos debe prepararse para un cambio que puede desorientarles y crear gran confusión en su vida.
Es inevitable que un cambio de esta naturaleza va a significar un reto a la adaptación que tenía y no podrá evitar sufrir en mayor o menor proporción hasta lograr un nuevo acomodo a su nuevo ambiente.
Sin embargo se puede hacer algo para atenuar la confusión de esta transición, por ejemplo: puede documentarse lo más que pueda acerca del nuevo ambiente a donde se dirige, esto le va a servir para mejor orientarse, saber a donde ir y procurar las cosas básicas que necesita y para familiarizarse mejor con su nuevo entorno.
También es importante que aproveche las oportunidades de participar en actividades cívicas, religiosas, celebraciones, fiestas, reuniones sociales, y en resumidas cuentas, cualquier actividad que le permita conocer gente y a la vez hacerse conocer.
En breve lo que deseo comunicar es que hay muchas formas de conectarse con otras personas y abrirse camino en lugares que parecen inhóspitos o desfavorables para su desenvolvimiento, recuerde que no debe permanecer en el pasado y que una vez superando ese desagradable choque emocional de la desadaptacion muchas y mejores cosas le esperan.